Observa la frase; lo que experimento es lo que experimento; ¿para qué rechazo lo que experimento, para qué rechazo mi sentir?…
Date ese espacio de reflexión … ¿para qué?
¿A quién estoy defendiendo?
¿Cuál personaje de la percepción defiendo?
Usa la observación para darte cuenta .
Hoy no uses la culpa… deja esa amiga de lado hoy.
Usa la observación y pregunta ¿para qué me defiendo? ¿A quién defiendo?
¿Qué creencia falsa de mi defiendo?
¿Puedo cambiar las defensas por el perdón y permitirme experimentar lo que experimento sin culpar ni rechazar?
Usa el auténtico perdón y veras sus beneficios. Te darás cuenta que ninguna experiencia es amenazante y te darás cuenta que no necesitas defensas para existir.
Hoy me permito sentir , sin juicio , ni defensas. Observo y me permito ser guiado.